El Presidente argentino dijo que la decisión del Comité de Derechos Humanos del organismo internacional «abre un nuevo horizonte para quienes luchamos contra el lawfare».
Alberto Fernández celebró este jueves la decisión del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de reconocer que el exmandatario de Brasil Inacio Lula Da Silva sufrió una “violación de sus derechos políticos” al ser encarcelado.
La decisión del organismo de la ONU “abre un nuevo horizonte para quienes luchamos contra el lawfare, por una justicia íntegra y por la vigencia plena de la democracia y del Estado de derecho”, indicó el Presidente a través de Twitter.
Fernández aludió así a la decisión del mencionado Comité de Derechos Humanos ratificando que Lula no contó con las garantías legales durante los procesos penales que se le entablaron a partir del 2016 por corrupción, que fueron finalmente cancelados por parcialidad pero que le impidieron participar en los comicios presidenciales de Brasil en 2018.
El jefe de Estado señaló en su mensaje que la decisión del comité de “reconocer la persecución a Lula abre un nuevo horizonte para quienes luchamos contra el lawfare, por una justicia íntegra y por la vigencia plena de la democracia y del Estado de derecho”.
“Cuando le escuché decir a mi querido amigo Lula que esto representa para él un ‘lavado del alma’, no pude dejar de recordar sus palabras y el abrazo que nos dimos cuando lo visité en los días en los que estuvo detenido, sometido a una injusta prisión”, añadió.
Y expresó: “Con la alegría de esta noticia, renuevo mi cariño y mi solidaridad incondicional con Lula, con la esperanza de que un nuevo tiempo asome en América Latina”.
Como se recordará, en abril de 2018 Lula comenzó a cumplir una condena de prisión cuando aún había recursos pendientes, y pocos meses después el Tribunal Superior Electoral (TSE) anuló su candidatura a las elecciones presidenciales de octubre de ese año.
Pero el año pasado, el Tribunal Supremo brasileño anuló la sentencia debido a la falta de competencias del tribunal de Curitiba que llevó el proceso, así como por la parcialidad en la que incurrió el entonces juez encargado de la causa, Sergio Moro.