Los investigadores analizan imágenes de video para intentar determinar qué fue lo que el presunto parricida descartó tras pasar por el departamento de su suegro.
Los investigadores del doble crimen del matrimonio asesinado a balazos hace tres semanas en de Vicente López analizan los audios de WhatsApp en los que la empleada de las víctimas le avisaba al presunto parricida que había encontrado los cadáveres de sus padres, y la forma, a todas luces fría, en la que Martín Del Río responde.
A su vez, obtuvieron una serie de videos a partir de los cuales creen que, tras cometer el parricidio, el imputado Martín Del Río fue a un departamento de su suegro en el barrio porteño de Colegiales, para bañarse y descartar evidencia clave como el DVR con las imágenes de las cámaras de seguridad que el asesino robó en la escena del crimen.
La seguidilla de mensajes de audio de WhatsApp entre María Ninfa “Nina” Aquino, la empleada de la casa que estuvo detenida y luego fue liberada por el caso, y el ahora detenido Del Río hijo (47), se da entre las 9.01 y las 9.26 del 25 de agosto pasado, momento en el que la empleada le cuenta al hijo menor del matrimonio que sus padres José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72), habían aparecido muertos.
La siguiente es la transcripción de esos mensajes de audio que en paralelo fueron analizados con la geolocalización por las antenas de celular del ahora imputado:
-9.01 (antena de Camino Bancalari y Uruguay, Tigre):
“Nina” Aquino (NA): “Martín… Martín, soy Nina, apurate corré para acá. Tus padres están muertos en el garaje en el auto. Dale Martín por favor apurate, yo estoy afuera, no entro más a la casa”.
Martín Del Río (MDR): “Hola Nina… ¿Qué pasó?. No te entiendo, me hablás tan rápido que no te entendí. ¿Qué pasó?”.
-9.03:
NA: “Apurate Martín por favor, tus padres están muertos en el garaje, los dos en el auto, ¡dale Martín que me estoy muriendo yo también! Salí afuera. ¡Por favor Martín, vení!”.
-9.04:
Luego de este primer intercambio de audios, en este horario se produjo la llamada que Del Río hizo a la línea de emergencias policiales 911, donde, con tranquilidad, dijo: “Sí ¿cómo estás? Mirá… La mucama de mis padres me está diciendo que hay un problema en la casa de ellos. Que mis padres están muertos en el garaje, dice. Recién me acaba de llamar”.
-9.04: (Tras el llamado al 911, envía otro audio de WhatsApp):
MDR: Nina, ahí llamé a la Policía, ahí están yendo, yo estoy yendo a paso de hombre, pero bueno estoy yendo.
NA: Avisale a tu hermano, por favor Martín. ¿Puedo entrar de vuelta en la casa, Martín?. Si viene la Policía, ¿entro?
-9.06:
MDR: No sé Nina qué decirte, la verdad, ahí me dijeron que están yendo. Sí… te van a decir ellos. Yo estoy yendo. Ahí le aviso a Diego.
-9.26 (Antena de Panamericana y Avenida José de San Martín, Florida):
MDR: Nina, ya estoy por Melo y Panamericana. Es imposible subir pero bueno, acá voy en la cola.
– 9.51: Del Río llegó a la escena del crimen. Su celular es captado por la antena de telefonía que cubre la zona de Melo y Gaspar Campos, la esquina de la casa de sus padres.
“Al igual que en el 911, responde con suma frialdad. Estos audios son otro indicio de su puesta en escena”, dijo uno de los investigadores judiciales.
Ahora, los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería y los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro analizan también los videos obtenidos de las cámaras de seguridad del edificio de la calle Virrey Arredondo 2465 de Colegiales, donde se ve que el día del crimen -24 de agosto-, Del Río hijo estuvo entre las 20.02 y las 20.52.
En tanto, los pesquisas están enfocados en obtener nuevas imágenes de cámaras de la Policía de la Ciudad o privadas que esclarezcan qué hizo Del Río en el lapso de 16 minutos que se lo ve salir del departamento con una bolsa de tela con algo pesado y regresar con la misma vacía, en lo que creen que fue una maniobra de descarte de elementos clave como pueden ser el mencionado DVR y el arma homicida.
“Podría ser un contenedor de basura o alguna alcantarilla. Los videos que encontremos de qué hizo en la calle con eso, van a ser claves para orientarnos y saber qué hizo y ver si hay alguna posibilidad de recuperar evidencia trascendental”, dijo una fuente judicial.
El departamento, que ya había sido allanado en el marco de la causa el 9 de este mes y donde solo se habían llevado dos laptops, es propiedad del suegro de Del Río, un hombre de General Villegas que se dedica a la actividad rural y que lo usa solo cuando viene a Buenos Aires, y por eso el ahora detenido lo usaba también como oficina.
En los videos de tres cámaras que enfocan la entrada del garaje, el interior de la cochera y el interior del hall de entrada del edificio, se pudo reconstruir que Del Río llegó allí en su camioneta Mercedes Benz ML 350 a las 20.02, es decir, una hora y media después de presuntamente abandonar la escena del crimen en Vicente López (la acusación sostiene que el parricidio lo cometió entre las 17.33 y las 18.30).
Del Río permaneció en el interior de su vehículo unos “siete minutos”, en los que se sospecha que pudo haber estado acomodando elementos incriminatorios y cambiándose de ropa, a las 20.23 saca un elemento pesado bajo su brazo izquierdo con el que abandona el garaje; a las 20.32, salió caminando por la entrada principal con una bolsa de tela donde carga un objeto voluminoso y 16 minutos después, a las 20.48, regresa al edificio con la bolsa vacía.
Finalmente a las 20.52, Del Río va al sector cochera, aborda su Mercedes Benz y se retira del edificio.
El comerciante Martín Del Río fue detenido el 7 de este mes, como autor de un presunto doble parricidio, y quedó imputado por «doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa y por el uso de arma de fuego», delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Para el equipo de fiscales, el menor de los hijos de los Del Río fue quien el pasado 24 de agosto por la tarde llegó a la casona de la calle Melo, que con alguna excusa convenció a sus padres para subirse al auto Mercedes Benz E350 estacionado en la cochera de la propiedad y los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros.