Tras la invasión rusa a Ucrania, Finlandia abandonó su histórica posición de no alineamiento militar y comenzó a negociar su ingreso a la OTAN.
El Parlamento finlandés aprobó este jueves enmiendas a una ley para permitir reforzar la protección de su frontera con Rusia, que incluye la posibilidad de instalar barreras y, en casos especiales, cerrar el acceso por esa vía a solicitantes de asilo, en momentos en que el país nórdico inició su proceso de adhesión a la OTAN.
Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero, Finlandia puso fin a décadas de no alineamiento militar al pedir en mayo su ingreso a la Alianza Atlántica, un proceso que comenzó oficialmente el lunes.
Finlandia tiene una frontera de 1.300 kilómetros con Rusia y, una vez se ratifique su ingreso, se convertirá en la frontera más grande entre Rusia y un país miembro de la alianza militar.
Ante el temor de que Moscú utilice a migrantes para hacer presión contra Finlandia, las nuevas enmiendas a la ley sobre los guardas fronterizos facilitarán la construcción de barreras más sólidas a lo largo de la frontera
La ley suscitó polémica por una posible contradicción con las normas de asilo de la Unión Europea (UE), pero fue aprobada por vía rápida.
El objetivo de la ley es «mejorar la capacidad operativa de los guardas fronterizos para responder a las amenazas híbridas», declaró Anne Ihanus, consejera del Ministerio finlandés de Interior.
«La guerra en Ucrania contribuyó a la urgencia del tema» explicó.
Actualmente, en las fronteras de Finlandia hay vallas de madera ligera, principalmente instaladas para impedir que el ganado pazca del lado incorrecto de la frontera.